viernes, 24 de octubre de 2014

                 Tercer año                                                                                    Las ideas de Batlle sobre la reforma de la Constitución               Lectura y Actividad
El siglo XX nos presenta un país transformado y en paz. Sin guerras civiles, con una economía floreciente, donde el Estado es una parte interesada que compra, negocia, estatiza, nacionaliza. Una población que crece recibiendo los beneficios de la extensión educativa laica y gratuita, y de una legislación social de claro corte humanitario, que la protege.
Sin embargo, una sombra aparece sobre este estado: la Constitución de 1830 continúa vigente. Pensada para otra época, no contempla las necesidades de los nuevos tiempos. La legislación ha tratado de solucionar los problemas más urgentes, (ej. Las leyes electorales). Pero todos están de acuerdo en la necesidad de una reforma que adapte la constitución al siglo y a los cambios y garantice una verdadera participación popular.
Analizando la situación del país bajo la constitución del 30, Batlle llega a la siguiente conclusión: Entrega un poder enorme al Presidente, quien si decide hacer mal uso del mismo, puede tirar abajo toda la obra social realizada, o incluso convertirse en dictador.
El primer paso es lograr un acuerdo que posibilite la reforma. La forma  elegida es la elección de una Asamblea constituyente, que elabore la nueva constitución. Luego, será ratificada o rechazada por la ciudadanía en un plebiscito.
El Colegiado: La idea del colegiado se afirma en Batlle después de su paso por Suiza, donde le asombra que la población no conozca el nombre del presidente.
Un Ejecutivo colegiado, pluripersonal, evitará los “personalismos”. La extensión del período de gobierno a nueve años, permitirá que las obras iniciadas lleguen a fructificar, impidiendo que sean dejadas de lado por un nuevo gobernante cada cuatro años.
Enseguida surge la oposición. Entre los nacionalistas se piensa que esta es una forma de perpetuar el poder en manos del partido colorado.
Los conservadores, (banqueros, comerciantes, estancieros), que  ya veían el peligro de las reformas de Batlle, temen ahora ser perjudicados en sus posiciones de privilegio. El colegiado es la gota que colma el vaso. Se oponen diciendo que nadie será el verdadero responsable y el Estado tendrá que cubrir los gastos de nueve presidentes en lugar de uno.
El país se divide en dos: colegialistas y anticolegialistas. Incluso dentro del partido Colorado hay divisiones. Se separa un sector, llamándose riveristas. En esta situación, al realizarse las elecciones para la Asamblea Constituyente, triunfan los anticolegialistas, y el proyecto de Batlle no tiene posibilidades.
La solución para llevar adelante la reforma, es un acuerdo entre partidos, cuyo resultado será la Constitución de 1917 que estableció un Ejecutivo con dos ramas, una unipersonal, Presidente de la República elegido directamente por el pueblo (duración del mandato: 4 años); y una rama colegiada,  el Consejo Nacional de Administración de 9 miembros (6 para la lista más votada, 3 para la siguiente)
Actividad de comprensión:
1- ¿Cómo se encuentra el país al iniciarse el siglo XX?
2-Lee atentamente y resume cuáles fueron las causas por las que se plantea reformar la Constitución de 1830.
3- ¿Cómo se realizará esta reforma? 
4-¿Qué le criticaron sus opositores? ¿Quiénes eran?
5-¿Qué ventajas le veía Batlle y Ordóñez?

primer año

PRIMER AÑO    

   Para leer, comentamos en clase.                                                                  

La Monarquía (753a.C-509 a.C)

La fecha de la fundación de Roma en el año 753 a.C. es la más aceptada, cualquiera que fuese en esa época su denominación y estuviera organizada en forma de ciudad o fuese un conjunto de aldeas.
Foro Romano
Foro Romano
Foro Romano
Foro Romano
Que la primera forma de organización política fue de tipo monárquico nos lo confirman los restos arqueológicos y la tradición. En las excavaciones llevadas a cabo en la Regia (casa donde vivía el rey) del Foro Romano, apareció un vaso de bucchero fechado a mediados del siglo VII aC., con la inscripción Rex. Asimismo se encuentra la palabra regei inscrita en el Lapis Niger, cipo del Foro, que contiene una ley sagrada.
También puede deducirse la antigüedad de la monarquía de otras instituciones del Lacio, como la del rex nemorensis (rey del bosque), sacerdote que se encargaba de los bosques consagrados a Diana desde el siglo VI a.C. hasta la época del imperio.
La particularidad romana de mantener cualquier institución nos lleva a encontrar en la república al sacerdote-rey, como una supervivencia de la realeza aunque con funciones religiosas únicamente.
La tradición señala que el primer rey fue Rómulo, hijo de Marte y rey en cierto modo mítico, el cual configuró el primer ordenamiento político de la ciudad.
Su nombre, Rómulo, significa Romano.

El crecimiento de Roma

Nos dicen las fuentes que Rómulo, después de fundar la ciudad, buscó incrementar el número de sus súbditos por dos métodos: abriendo un refugio sobre la colina del Capitolio, donde se implantaron comerciantes extranjeros y gentes marginadas de otras comunidades, y raptando mujeres sabinas. El rey del pueblo sabino de Curi, Tito Tacio, atacó Roma y tomó el Capitolio. Posteriormente, ambas aldeas se unieron y se constituyeron en una sola ciudad con dos reyes hasta la muerte de Tito Tacio.
La lista canónica de los siete reyes de Roma, u ocho, si se incluye a Tito Tacio, es la siguiente: Rómulo, Numa Pompilio, Tulio Hostilio, Anco Marcio, Lucio Tarquinio Prisco, Servio Tulio y Tarquinio el Soberbio. Ningún historiador pone en duda la existencia de los tres últimos ya que la documentación arqueológica confirma los textos de los historiadores antiguos y también por las características de estos tres monarcas, similar a la de los tiranos griegos. Tampoco existen argumentos que hagan pensar que los primeros reyes sean falsos.

Orígenes de la antigua Roma :